Boda Real Inglesa

La boda del príncipe Guillermo de Inglaterra es noticia para todos los periódicos. Pero no todos contemplan las consecuencias que puede acarrear el evento. Uno de los periódicos conservadores más importantes de Inglaterra, The Daily Telegraph, presenta dicha boda como una alegría para el espíritu inglés. No aparece ni una referencia a costes de ningún tipo, tanto privado como público. Solo describe a modo de narración los últimos enlaces matrimoniales ingleses y los compara con el próximo concebido por el príncipe Guillermo y Kate Middleton. Otros periódicos españoles, como el ABC, siguen el mismo camino, aunque en éste último se declara que “en cuanto a los gastos, las dos familias se harán cargo de todo excepto de la seguridad, que será costeada por las arcas públicas”.

En realidad, la boda tendrá muchas más consecuencias económicas de las que estos periódicos nos ofrecen. Lo primero que debemos destacar es que el Gobierno inglés declara festivo el día 29 de abril, cuando de celebrará la boda, por lo que habría una parada importante de actividad productiva, pero gracias el efecto turístico que trae consigo el enlace, muchísimos comercios se mantendrán abiertos, por lo que el coste de oportunidad no será tan perjudicial.

Ningún periódico conservador habla de ganancias aunque se prevé que dicha boda reportará 731 millones de euros a la economía británica. Un estudio realizado por encargo de Asda, el segundo grupo de supermercados británicos, estima que solo el compromiso reportará entre 12 y 18 millones de libras en ventas de objetos relacionados con el evento. Además, la exclusividad de estos productos hará que la demanda suba desplazándose hacia arriba y a la derecha, haciendo que puedan venderse a precios más altos, desplazando la oferta hacia arriba y a la izquierda. Dichos productos serán bienes nomales de lujo para una demanda totalmente ineslástica que consumirá independientemente de su necesidad real. En total, las ventas de merchandising supondrán unos 26 millones de libras. Como dice Verdict Neil Saunders, “el evento puede estimular gratamente al sector del comercio minorista”. El impulso económico de la boda menguará las pérdidas que se han producido este año con la derrota de la selección británica en el Mundial de fútbol. Solo en la compra de comestibles, los vendedores podrían aumentar sus ingresos en 360 millones de libras si los consumidores compran vino y champagne para celebrar el festejo, mientras que el sector de turismo y viajes podría aumentar sus ingresos en 216 millones de libras.

La boda será ese día la mayor atracción turística y con ella miles de personas de todo el mundo querrán estar en la ciudad condal para verlo, lo que supone un gran beneficio para todo el sector de servicios. La oferta deberá estar a la altura de la demanda y por lo tanto, tendrá también que subir para satisfacerla y mantener un equilibrio económico necesitando, tal vez, más personal durante los días previos a la boda además de la demanda de materias primas de la propia empresa a sus proveedores. Esa llamada de personal dará un pequeño empujón a los ingleses en paro.

El hecho de que el evento sea de carácter Real, hará que en principio todo movimiento económico relacionado con ello no solo intente ser eficaz sino que sea eficiente y digno. Con la producción motivada se ganará en calidad y con las expectativas que hay tan temprano, la eficiencia está asegurada.

Creo que para los ingleses, monárquicos o no, el evento será un empujón a su economía que vale la pena facilitar con las mejores ofertas para atraer cuanto más turismo mejor.

Por último, opino que los periódicos deberían informar más al público acerca de la importancia económica del evento en vez de resaltar tan solo la parte “romántica” de la situación, ya que de ese modo la gente sería más consciente de cómo afectan a cada ciudadano los sucesos nacionales.

 

Bàrbara Molas.

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